Un intenso perfume de flores de paraíso y una enredadera gigantesca nos acompañaron desde la calle y subieron con nosotros uno a uno los peldaños de una larga escalera hasta dejarnos justo en la puerta del taller-escuela de Vladimir Merchensky.

Con el Sol en Aries, y la Luna y el Ascendente en Acuario, nació este artista plástico en Venezuela, allá por finales de los setenta. De padres argentinos, por supuesto. La certeza que nos anima es fundada en la circunstancia histórica, claro está. Y vivió su infancia en Brasil, desde donde quizá trajo la conmovedora visión de las tortugas marinas que respiran sus acuarelas; y parte de esa niñez la completó luego en algún pueblo de la Patagonia argentina. De allí será ese rumor de viento entre follaje de álamos que tiene su voz y esa tristeza de tierra grande que parecería escapársele sin querer de entre su mirada. Pero la sonrisa de Vladimir es ancha y luminosa, como lo son sus ganas de transmitir su pasión acuarelística, su vehemencia por el estudio, por la investigación, por la enseñanza, por el mundo. Y no estamos seguros de si ese es el orden correcto de la enumeración. Tal vez, convendría modificar la disposición del enunciado y citar primero a la vida.
A pesar de su juventud, tiene ya un recorrido importante en el arte, pero también es docente y diseñador, y su afán creativo no parece querer encasillarse fácilmente. A tal punto que cuesta encontrar aquella profesión que lo defina (estudió en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Nacional de Lanús, en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, y siguen las casas de estudios). No obstante, se nos ocurre decir que Vladimir es, sobre todo, un poeta que pinta acuarelas; un inventor de tonos y colores; un constructor de espacios; un observador auténtico del mundo y sus afluentes; un eficiente detector de signos y de símbolos. Y un intérprete de todo eso ante la tela de su bastidor. Es, entonces, también un excelente comunicador: descubre la belleza y la muestra; detalla las estructuras y las enseña; transmite energía; y se esmera porque parezca algo completamente compatible con el género humano el honesto interés en una amplia gama de saberes y destrezas. “Se puede”, nos dice, “pintar, dibujar”. Es solo recordar cómo “lo hacíamos antes”, en ese estado de pureza al que parece volver en sus obras luego de extensos y profundos aprendizajes, y denodadas búsquedas.
Ante la presentación de la muestra Tantatinta, en septiembre pasado, María Gabriela Figueroa dijo: “…entre los maestros que más lo influenciaron se encuentra Xul, con el gradiente de sombra; Hundertwasser y Gaudí por su dominio de la línea curva a la cual Merchensky añade la línea recta. (…) de antiguas civilizaciones recupera el gusto por lo decorativo y de Gaugin y Matisse adopta la fruición por la intensidad cromática. (…) Aborda la pintura procurando la experimentación y el perfeccionismo técnico. En la confluencia armónica de sus tintas y acuarelas alterna tanto elementos de coloristas como de valoristas. A este método lo denomina valorismo sintético. Sus obras imaginan nuevas realidades. (…) La singular belleza de sus pinturas de intenso cromatismo cautiva al espectador en el deleite contemplativo pero, al mismo tiempo lo subyugan por su valor semántico y simbólico que induce a la reflexión. (…) son ejemplos paradigmáticos del arte contemporáneo, porque en ellas, el goce estético también es teórico”.
Cuando nos despedimos, nos apena dejar ese ratito en donde la vida pasa por todo lo que hace que valga la pena transitarla y nos prometemos volver a reunirnos para hablar de las plantas y los perros, y las tortugas, y los símbolos. Y para tomar algo y escuchar música. Quizá hasta para escucharlo a Vladimir entonar tangos y tocar su bandoneón.

Datos de la actividad profesional

Actualidad: Docente · Taller de Expresión Artística · Universidad de Palermo · Historia del arte, gramática de la imagen. Docente de acuarela · Taller propio Tantatinta · Composición, percepción visual, gramática de la imagen, color, recursos. Diseño editorial e ilustración · Universidad Nacional de Lanús · Maquetación, diseño de cubiertas.