El artista elegido por Ciro expone en San Isidro
Enlace a la publicación original. Escribe Pablo Andisco para El Argentino
Vladimir Merchensky presenta “Tantatinta”, una muestra de acuarelas entre las que se encuentra parte del trabajo que ilustró el primer disco solista del ex cantante de Los Piojos.
El talentoso artista Vladimir Merchensky llega a San Isidro para exponer “Tantatinta”, una muestra de acuarelas itinerante que se lució en el Centro Cultural Recoleta y llega a la Subsecretaría de Cultura de San Isidro. La exposición puede verse desde hoy a las 10 en Libertador 16.208 con entrada gratuita y la inauguración será el próximo sábado a las 17.
Entre las más de 60 obras que se muestran en “Tantatinta”, se encuentran las que ilustran “Espejos”, el primer disco solista de Andrés Ciro luego de la separación de Los Piojos. “Yo no lo conocía a Andrés, y me presenté al concurso con todo lo que tenía de arquitectura origámica para trabajar en tridimensión. En la embajada de Irán nos dieron material sobre Persia y trabajamos el imaginario de templos, espejos y alfombras y terminamos de definir el concepto”, recuerda el artista sobre la cocina del trabajo que lo llevó al primer plano de la industria cultural.
Formado en la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad de Buenos Aires y discípulo de Carlos Gorriarena, Merchensky se inscribe en la tradición rupturista de Xul Solar. “Me gusta profundizar en su técnica de sombreado pero con un lenguaje más contemporáneo. Mi tesis visual es la desaturación a negro (recordemos que desaturar es quitarle pureza a un color). Hay pocos trabajos en este estilo, porque quedamos muy influenciados por la tradición inglesa, que enseñó que de esta manera no se hacía”, explica el artista que da clases a más de noventa alumnos y se ilusiona con generar una moda. “La acuarela tiene un poder expresivo tremendo y puede competir mano a mano con la fotografía”, se entusiasma.
Merchensky nació en Caracas en 1978, fruto del exilio de sus padres perseguidos por la última dictadura militar. Luego de vivir en Brasil y un breve paso por la Patagonia, se instaló en Buenos Aires en 1984 y con motivo de los treinta años de la recuperación democrática, en 2013 participó de un mural colectivo en la Feria del Libro junto a otros artistas como Liniers y Max Aguirre. “Los plásticos envidiamos a los músicos el trabajo conjunto. No estamos acostumbrados a la obra colectiva y este tipo de experiencia con gente tan grossa es inolvidable”, concluye el artista.